Mark Levinson 380s – Preamplificador – USADO como NUEVO

En Madrigal lo llaman “Comping”. Una vez que se ha finalizado el circuito y el diseño de la placa, se sustituyen los componentes pasivos uno por uno en una serie exhaustiva de pruebas de audición para determinar los lugares en los que el uso de una pieza de calidad superior o de una con tolerancias más ajustadas produce un beneficio audible. Sin embargo, este proceso de ajuste fino no puede ser indefinido, ya que los productos deben enviarse. Entonces, ¿qué sucede cuando hay nuevas piezas disponibles o nuevos procesos de fabricación permiten utilizar una pieza con mejor sonido sin penalizaciones económicas?Todas las empresas fabricantes se enfrentan a esta cuestión continuamente, pero con la marca Mark Levinson de Madrigal nos hemos acostumbrado a la progresión decimal: el monobloque nº 20 se convirtió primero en el nº 20.5, luego en el nº 20.6; el procesador D/A nº 30 se transformó en el nº 30.5, el transporte nº 31 en el nº 31.5. Pero el patrón se rompió cuando la sustitución de un nuevo material de la placa de circuito impreso transformó el preamplificador nº 38 en el nº 38S.

El Mark Levinson No.38S ha sido mi preamplificador de referencia durante los últimos tres años (nota al pie 1), pero como resultado de una importante “combinación”, el ’38S se transformó el verano pasado en el No.380S. El circuito y el material de la placa de circuito impreso son los mismos, el control de volumen balanceado con pasos de 0,1 dB basado en MDAC y controlado a distancia es el mismo, la apariencia es la misma, incluso el precio ($6495) es el mismo, pero la sustitución de 106 componentes pasivos en lugares estratégicos resultó en una mejora sonora lo suficientemente grande como para que Madrigal sintiera que era necesaria una nueva designación de modelo.

Entonces, ¿cómo suena el nuevo preamplificador?

En primer lugar, no escuches la pieza hasta que se haya calentado; recién salida de la caja, mi muestra se presentó bastante directa, pero después de dos horas se calmó y pude escucharla con atención. Usé tanto el ‘380S como la muestra de revisión original durante períodos prolongados, y también hice comparaciones A/B a niveles coincidentes (algo que se hizo trivialmente fácil gracias a los ajustes de nivel repetibles y bien calibrados de los preamplificadores).

En segundo lugar, ¿cómo se describe el sonido de algo que es superficialmente idéntico a tu referencia, pero mejor? Los audiófilos habitualmente se refieren a las diferencias sonoras entre dos componentes en términos de diferencias en el equilibrio de frecuencia: A tenía más graves, B tenía más agudos, C tenía un rango medio deprimido. Pero al comparar los dos preamplificadores Levinson, seguí escuchando lo similares que eran en estos términos. No había diferencias de respuesta o equilibrio en las que pudiera confiar, pero había una corrección musical en el sonido de los ‘380S que siempre preferí. Las imágenes estéreo parecían mejor definidas y los objetos sonoros individuales dentro de esas imágenes tenían un carácter más redondo y desarrollado. En la prosa inmortal de Sam Tellig, simplemente había más “allí”. Y más “aire”, por así decirlo.

En este aspecto, el ’38S original ya había mostrado su edad a la luz del rendimiento ofrecido por dos de los preamplificadores que he estado escuchando en el sistema de Wes Phillips: el Conrad-Johnson Premier 14 y el Ayre K-1 . No es que el ’38S fuera un deslucido en cuanto a sonido, ni mucho menos. De hecho, cuando lo usamos para proporcionar algo de ganancia para accionar los amplificadores de corte de discos cuando masterizamos el LP Sonata de Stereophile (ver ” Cutting Up “, Vol.20 No.3), nos impresionó lo poco que interfería en la música. Pero el No.380S fue un poco más allá. Una pequeña diferencia en términos objetivos, pero que, subjetivamente, es enormemente importante. Puedo recomendar con confianza el No.380S como mi preamplificador de estado sólido de elección.